La Flora Estelar siempre ha tenido, para sus operaciones logísticas, un número de naves de transporte pesadas para poder trasladar, entre las grandes distancias de la galaxia, mercancías, equipos, suministros y personal. Entre estos tipos de naves destacan la clase Ptolemy, aparecida en la segunda mitad del siglo XXIII, y la Macpherson, operativa a partir del siglo XXIV. Ambos son naves contenedores y reflejan las diferentes necesidades de la Federación en los dos periodos históricos y sus avances tecnológicos de ambas centurias.
Transportes/remolcadores pesados 1
Clase Ptolemy
Durante el siglo XXIII se desplegó un remolcador pesado para misiones logísticas y de colonización, que carecía de capacidad científica. Se aprobó la construcción de la clase Ptolemy (1) en la fecha estelar 0965 [ST Star Fleet tecnical manual], en un momento que se necesitaba disponer de un número considerable de estas naves para cubrir las necesidades de transporte de una Federación y una Flota Estelar en notable expansión. Así entraron en servicio a partir del 2262, llegando a ser construidas las primeras 15 unidades en diversos astilleros. En la fecha estelar 3640 se autorizaron otras quince y posteriormente se aumentó el pedido en 110 más en la fecha estelar 4990, con un total de 140 unidades que demostraron pronto su fiabilidad y dureza en las largas y agotadoras misiones a las que fueron asignadas.
Para acelerar y simplificar su desarrollo se escogió un diseño monocasco, de fácil y rápida construcción, usando solo tecnología ya existente y que hubiera demostrado su fiabilidad. Así el en su interior se encontraba todos los sistemas de la nave, incluyendo el de propulsión que tenía el mismo reactor materia/antimateria y las barquillas PB-32 que la clase Constitution para poder generar la potencia necesaria para poder arrastras hasta dos contenedores en tándem. Además se encontraba el hangar, el puente de mando, el ordenador principal y los camarotes de la tripulación. Esta sencilla disposición de un solo casco en forma de plato limitaba su capacidad operativa básica, ya que se consideró que solo sería necesario intercambiar el módulo de carga cilíndrico situado debajo de la nave para convertirla en un transporte de diferentes mercancías o pasajeros.
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